sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Feliz 2012!

FELICIDADES A TODOS Y A TODAS... EL AÑO 2012 SERÁ MUY ESPECIAL. SEGURO.

EBRAVOR.

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miércoles, 28 de diciembre de 2011

"Una misión delicada", un relato de Jacques Fiston

El amigo Joan Carles nos proporciona un relato escrito hace un tiempo por su íntimo colega Jacques Fiston, con el Capitán Trueno y sus amigos como motivo principal... Utilizando un habitual recurso editorial de la fenecida Editorial Bruguera, Fiston encabeza su historia con una denominación muy familiar para los más veteranos lectores del héroe, sobre todo en estas fiestas en las que estamos inmersos... Que la disfrutéis.

JACQUES FISTON




EXTRA DE NAVIDAD

EN
¡UNA MISIÓN DELICADA!



Un relato de   “EL CAPITÁN TRUENO”, basado en los personajes creados por VÍCTOR MORA.






Grandes gotas de sudor resbalaban por la frente del Capitán Trueno mientras su  semblante reflejaba la gran tensión a la que estaba siendo sometido.

Estaba solo; nadie podía ayudarlo para enfrentarse a una de las situaciones más difíciles de su azarosa existencia

Se encontraba cara a cara con su sino. No podía echarse atrás ante aquel reto. Todo dependía de sí mismo.

¿Conseguiría salir adelante?

¿Lograría superar la formidable prueba que los caprichos del destino le habían deparado?

La situación era extremadamente compleja, pues se trataba de llevar a buen término...


¡UNA MISIÓN DELICADA!

1

Solamente el crepitar de los troncos que ardían en la gran chimenea rompía el silencio que dominaba la amplia y bien iluminada sala.

 Los pasos del Capitán resonaban por toda la estancia mientras sentía cómo los acelerados latidos de su corazón repiqueteaban en sus oídos.

Giró la cabeza hacia un lado y a otro: estaba... ¡solo!

Comprendió entonces que nadie podía ayudarlo en tan ardua tarea.

Debía enfrentarse a la dura realidad.

Llenó de aire sus pulmones valorando todas las posibilidades, intentando encontrar una solución. No había alternativa posible. Todo estaba en sus manos.
Notó como  el sudor llenaba su frente. Volvió a respirar profundamente y armándose de valor, tomó la única decisión posible.

-          Debo hacerlo.

“Hola. Dejad que me presente. Me llamo Ragnar, y ese que está sudando tanto es mi papá. Está intentando cambiarme los pañales, y por lo que parece le está dando bastante trabajo. Como no lo hace muy a menudo, le cuesta un poco.

Mi papá se llama Capitán Trueno, y es un hombre muy fuerte y muy valiente; y aunque a él no le gusta que lo digan, es un gran guerrero. Yo lo sé porque  según he oído decir, cuando nací, mi papá se peleó con unos señores malos que querían hacernos daño a mi mamá y a mí.

También sé que es muy fuerte porque tiene unas manos grandes. Pero por lo que veo no le sirven mucho para cambiarme el pañal.

¡Ja, ja, ja! Me está haciendo cosquillas.”

-          ¡Maldita sea! – Blasfemó el Capitán, aunque luego sintió haberlo hecho delante del niño -  ¿Qué le pasa ahora? – se quejó cuando el bebé se movió bruscamente – ¡Precisamente cuando ya casi había terminado...!

“Anda, tiene que volver a empezar. Pues mientras se pelea con mis pañales sigo con lo que os estaba contando. Os decía que mi papá es un gran guerrero y que a menudo tiene que pelearse con otros señores porque quieren hacer lo que les da la gana sin respetar nada ni a nadie.
Pero cuando está conmigo, es muy amable y cariñoso. Cuando me coge en brazos me siento seguro y tranquilo. Noto su fuerza, pero no me hace daño. Me dice cosas amables y pone una cara... me mira y le brillan los ojos. ¿Por qué será?
A veces se va con sus amigos durante unos días. Según he oído decir es porque alguien necesita ayuda y mi papá va corriendo porque le gusta ayudar a los demás. (y también porque no sabe estarse quieto)

Cuando esto sucede, el castillo está triste y aburrido. Yo... lo echo mucho de menos. Me siento muy feliz cuando está aquí conmigo. Es mi papá. ¿no?

¡Uy! ¡Me ha pellizcado!”

-          ¡Oh! ¿Qué sucede ahora? – el Capitán se llevó la mano a la coronilla y resopló con fuerza - ¡Lo siento, hijo! Pero si no te movieras tanto... ¡sería mucho más fácil!

“Bueno, parece que le cuesta, pero creo que finalmente lo logrará.

 Cuando yo sea mayor quiero parecerme a mi papá. Es el mejor papá del mundo.

¡Huy! Me parece que viene alguien. Y esa fragancia...”


La puerta se abrió

-          ¡Muy bien! Parece que lo estás logrando – se escuchó una agradable voz  por detrás del Capitán.

La reina de Thule y madre de Ragnar se acercó a la cuna. El pequeñuelo la reconoció de inmediato.


-          ¡Sigrid! Por fin has llegado – respondió aliviado el Capitán - Nunca pensé que fuera tan difícil. Si por lo menos se estuviera quieto...

-          ¡¡Guééé!!

“ ¡¡Es mi mamá!!”

El capitán se apartó a un lado. Sigrid acercó su rostro al del bebé haciéndole una carantoña. Éste alzó sus tiernas manos hacia ella.

-          ¡Tranquilo Ragnar!. Deja que papá acabe de ponerte los pañales – le susurró dulcemente a su hijo, mirando de reojo a un abrumado Trueno mientras disimulaba una burlona sonrisa.

-          ¡Bien! Volvamos a empezar – manifestó el Capitán resignadamente.

“Es mi mamá. Se llama Sigrid y es una mamá maravillosa. Siempre me sonríe y me dice cosas agradables y cariñosas. Cuando estoy con ella noto una sensación muy agradable de felicidad. Eso sí: cuando yo protesto se pone muy seria y me riñe. No lo entiendo, porque luego me coge y se pone a jugar conmigo. Me acaricia, me habla suavemente, me cuenta historias y me hace cosquillas.”

-          No lo aprietes tanto, que luego estará incómodo y se pondrá a llorar – aclaró Sigrid, señalando el lazo que el Capitán estaba haciendo para sujetar el pañal.

-          Pero es que, si no lo sujeto con fuerza se le va a caer y luego tendremos un “percance”

“Mi mamá manda mucho. Es la reina, y todos la respetan. Trabaja todo el día, siempre está reunida con unos señores muy serios...  pero ella siempre sonríe, aunque a veces se pone muy seria, se enfada y los riñe. ¡Igualito que a mi!

Cuando me sacan a pasear por las aldeas vecinas, todas las gentes salen a saludarnos y se acercan para verme. Muchas veces, mi mamá deja sus ocupaciones para estar un ratito conmigo, de paseo, y también la saludan con mucho cariño. Y mi mamá siempre tiene palabras agradables para todos ellos. Al ver sus caras, hago como mi mamá, les sonrío y se ponen muy contentos, ¿por qué será? No entiendo mucho qué quieren decir cuando me llaman príncipe.¡ Me llamo Ragnar!”

-          Bueno, parece que ya está – comentó Trueno exteriorizando gran satisfacción – Creí que no lo lograría nunca...
-          ¡No cantes victoria tan pronto! – replicó Sigrid en tono divertido – Ahora tienes que vestirlo.
-           Pero... – trató de protestar el capitán.
-          Nada de peros – cortó tajante Sigrid – ¡No pretenderás llevar al pequeño medio desnudo al Gran Salón!.

El Capitán aceptó, aunque a regañadientes, y se puso manos a la obra, bajo la atenta mirada de su amada.

“He oído decir que me pusieron ese bonito nombre en memoria de mi abuelo. Bueno, en realidad no lo era, pero sí que lo era...¡Huy! Creo que me estoy haciendo un lío.
 ¡Como mi papá! ¡Que me está poniendo el vestido al revés!”

Sigrid apenas podía contener la risa. Y el Capitán trueno ya no sabía qué cara poner.


“¡Me siento tan feliz cuando están los dos conmigo!” Aunque a veces me pongo triste cuando mi papá se va con sus amigos, ya lo dije antes. Mi mamá también se pone triste. Hay momentos que se pasa horas en las almenas del castillo mirando el horizonte, esperando con anhelo su regreso. Entonces me mira, y se le humedecen los ojos.”

A veces me quedo con el aya Klundia. Algunos dicen que es una bruja. Debe de serlo porque cuando no puedo dormirme dice unas palabras mágicas, canta una canción, y enseguida me entra un sueño... Creo que mi mamá también es  un poco bruja, pues cuando estoy con ella me siento tan bien...”

-          Bien cariño. Parece que por fin lo has conseguido... – concluyó. Sigrid con una gran sonrisa en los labios.

Trueno cogió en brazos al pequeño. Miró a su amada con ojos de ternura, que sonreía profusamente y que estaba exultante de belleza, se acercó a ella y la besó en los labios.

“¡Uy!, ¡Se están besando!”

Los tres salieron de la estancia dirigiéndose hacia la sala contigua. Trueno seguía con su hijo en brazos. Allí se encontraba Crispín que había regresado unas horas antes de pasar unos días junto  con su gran amiga Birgit.

-          ¡Caramba Capitán! – dijo el joven en un tono divertido – Observo que has salido airoso de tu “misión”.
-          ¡No te rías muchacho! – sonrió Trueno – Ha sido sin duda una de las más difíciles. – prosiguió, mientras se ayudaba de su dedo índice, agitándolo una y otra vez, manifestando la dureza de la prueba -  ¡Este arrapiezo no sabe estarse quieto...! – Entonces lo miró con dulzura y lo acunó en sus brazos.

“¡Es Crispín!. Uno de los amigos de mi papá. En realidad, es más que un amigo. Dicen que perdió a sus papás cuando era muy pequeño, y el mío, entonces, se hizo cargo de él. Así que es como si fuera mi hermano mayor. También lo quiero mucho. Es muy divertido y cuando está conmigo siempre me cuenta historias fantásticas de príncipes y caballeros.”

-          ¡Hola pequeño! – saludó Crispín al niñito, pasando un dedo por la diminuta nariz del bebé – Hoy tengo muchas cosas que contarte.

Ragnar arrugó la nariz.

“¡ Pero aquí falta alguien!.¿Dónde está el otro amigo de mis papás?”

El Capitán miró alrededor de la sala.

-          ¿Buscas a alguien? – inquirió Sigrid.
-          Si buscas a Goliath – respondió Crispín - dijo que iba a echarle un vistazo a las cocinas para asegurarse de que todo estaba en orden. Debe de haberse quedado allí.

Un potente vozarrón se dejó oír a lo lejos.

-          ¡Esta vez te has equivocado muchacho! Aunque debo confesar que he estado tentado de hacerlo.

“¡Ahí está!. Ese es Goliath. Es como el hermano de mi papá. Se han salvado la vida el uno al otro varias veces. La primera vez que lo vi me dio miedo; es tan grandote... y como tiene ese ojo tan raro... me asustó. Pero aunque sea un poco feo, tiene un gran corazón (y un gran estómago...). Parece muy bruto, pero cuando me coge en brazos es tierno y amable.”

Los cinco se dirigieron hacia el Gran Salón. Estaba lleno de gente, y profusamente adornado. Se habían reunido todos los amigos cercanos a la corte para celebrar las tradicionales fiestas del solsticio de invierno. Para tan especial ocasión habían acudido el príncipe Gundar y su esposa Zaida. Con sus hijos, Ingrid y Leiff.

Cuando el Capitán, Sigrid, Crispín, Goliath y Ragnar entraron, los presentes prorrumpieron en grandes vítores.

“Ésta es mi familia. Juntos han pasado un montón de aventuras y, seguramente les quedan todavía muchas por vivir. Ahora estaré también con ellos. Tendré que hacerme mayor pronto...

¡ Hasta pronto amigos del foro! Y de parte de todos nosotros, os deseo que paséis unas muy Felices Fiestas.”




FIN



                                                                          Joan Carles Franquet
                                                                           Teià, novembre de 2006

Con la colaboración especial de
Luís Antonio Ródenas

lunes, 26 de diciembre de 2011

¡POR UN 2012 MEJOR!



Desde el Blog EL SONIDO DEL TRUENO, deseamos a todos SALUD, PROSPERIDAD, RÍOS DE AMISTAD Y AMOR. Que todos juntos encontremos las fuerzas para hacer un MUNDO MEJOR.

¡Feliz año 2012!

domingo, 25 de diciembre de 2011

Felicitaciones (y 6)

¡FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS TRUENÓFILOS!

Última imagen facilitada por el amigo Goyo, truenófilo y coleccionista... Espero que os guste.

sábado, 24 de diciembre de 2011

¡FELIZ NAVIDAD 2011!!


¡FELIZ NAVIDAD 2011 Y QUE 2012 NOS DEVUELVA AL CAPITÁN TRUENO DE SIEMPRE!!

UN FUERTE ABRAZO A TODOS.


EBRAVOR

PD: Gracias por prestarme tus dibujos, Joan Boix.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Felicitaciones 5

En vísperas de Nochebuena, os adjuntamos una nueva felicitación proporcionada por Goyo. La ilustración, como no podía ser de otro modo, es de Ambrós, por si quedaba alguna duda :D.


jueves, 22 de diciembre de 2011

Felicitaciones 4

De nuevo una gran ilustración del creador gráfico de Trueno, Ambrós... Se ve algo difuminada, pero lo que cuenta es la intención.

Gracias, Goyo.

martes, 20 de diciembre de 2011

FELICITACIÓN DE JOAN BOIX


Nuestro amigo Joan Boix, nos envía su felicitación navideña:

Mi deseo de PAZ y PROSPERIDAD para este Nuevo Año 2012 que ya tenemos encima!.
Largos éxitos para vuestro Blog del "Capi".
Un cordial abrazo,

Joan

PD: Podéis visitar su blog en:
http://joanboix-art.blogspot.com/

lunes, 19 de diciembre de 2011

Felicitaciones 3

Nueva y simpática imagen, obra del maestro Ambrós y proporcionada por Goyo Jiménez:

domingo, 18 de diciembre de 2011

Felicitaciones 2

Bueno, en realidad es de nuevo la anterior, aunque con una ligera modificación.

Un aporte de José Gregorio Jiménez:

sábado, 17 de diciembre de 2011

Felicitaciones 1

Empezamos hoy una breve relación de postales y felicitaciones navideñas con nuestros queridos héroes como motivo principal de todas ellas.

Es una indudable e interesante aportación del amigo José Gregorio Jiménez.

Ésta es la primera:

viernes, 16 de diciembre de 2011

AVISO IMPORTANTE

AMIGOS Y AMIGAS:

Por razones que ignoramos, algunas imágenes que se han ido subiendo a este Blog, se han "evaporado". Han desaparecido. La Informática es un mundo misterioso, en el que, quizá también habiten los fantasmas. Es nuestro propósito ir restaurando cada entrada con su imagen correspondiente. Nos llevará tiempo. El mar del Disco Duro es inmenso y será árduo localizar los pecios hundidos. Pero... ¡por el Gran Batracio Verde!, volveremos victoriosos o perecemos en el intento. Dadnos tiempo y valor...

Gracias

¡Sus y a ellos!

La Redacción del Sonido del Trueno

martes, 13 de diciembre de 2011

¡A sangre y fuego!

Interesantísimo artículo del amigo y miembro del foro "El Capitán Trueno y sus amigos" Donato Santiago García, en el que hace un repaso detallado a un gran número de publicaciones que han ostentado tan característico título, emblemático por otra parte para todo truenófilo que se precie, por razones que huelga decir.

Pinchando sobre la imagen podréis disfrutar del mismo:

domingo, 11 de diciembre de 2011

El Capitán Trueno se enamoró en Ossa

Artículo del periódico "La Verdad", de Albacete, donde se hace un repaso exhaustivo de los exteriores utilizados para el rodaje de la malograda película "El Capitán Trueno y el Santo Grial", haciendo especial hincapié en las características del paisaje en el que se rodó la escena romántica del Capitán y Sigrid.

Pinchando en la imagen tendréis acceso al enlace:

viernes, 9 de diciembre de 2011

Variaciones sobre un mismo tema

Obra de Ebravor:


Universo Trueno

2011 no ha sido un año bueno... ni para nosotros ni para El Capitán Trueno. Pero nuestro héroe sigue siendo el mejor.

Saludos

Ebravor


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jueves, 8 de diciembre de 2011

PÓSTER EN SEPIA




Volveremos al inicio. Porque el inicio fue grandioso. Y porque, en este caso, cualquier tiempo pasado, sí fue mejor. Infinitamente mejor. El póster recoge los personajes principales de las primeras aventuras del Capitán Trueno.

martes, 6 de diciembre de 2011

El James Bond de Bruguera

En las postrimerías de 1984, una ya moribunda Editorial Bruguera encauza la que puede ser su última iniciativa seria en el reducido pero no por ello poco competitivo mercado español de comics, tebeos y revistas, con objeto de mantener en el mismo el mísero hueco que aún le queda por aquel entonces. La preeminencia casi total de Planeta, que bajo su sello Forum publica un número cada vez mayor de colecciones de superhéroes Marvel, la incipiente Ediciones Zinco, que lanza unas primeras series realmente interesantes del Universo DC, y la aún presencia de las denominadas revistas para adultos (Cimoc, Zona 84,…), obligan a Bruguera, ya sumida en terribles problemas económicos, a gastar unos postreros y desesperados cartuchos que permitan atraer de nuevo el interés de un lector que, a excepción de personajes fetiche como Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape y derivados, de modo casi definitivo le ha dado la espalda.


Así, a finales de ese año Bruguera irrumpe en el mercado con una nueva línea de tebeos que con el título genérico de “Comics Bruguera” pretende aportar su granito de arena, imperioso por otra parte para la editorial, en un formato que cada vez goza de más favor entre el público afín a esas publicaciones (sobre todo el más joven): el comic-book, o dicho de otro modo, el tebeo que consta de un número determinado de páginas dedicadas en exclusiva (o casi) a un solo personaje.

La editorial edita en principio cinco títulos que abarcan casi todos los géneros preferentes –o al menos consideran sus responsables que lo son- en ese momento entre los lectores: “Manos, Guerrero Indómito” (espada y brujería), “Buffalo Bill” (western), “Jan Europa” (fantástico), “Tex Norton” (acción ) y “Alucine” (suspense y terror).

Estos cómics, a excepción de “Jan Europa”, procedían de la editorial alemana Bastei Verlag, que suministraba el material a Bruguera a través de agencia, aunque frecuentemente las historias que contenían eran complementadas con otras procedentes del fondo de la malograda editorial barcelonesa; originalmente publicadas en blanco y negro, Bruguera las manipuló en su edición española haciendo uso de su nefasto sistema mecánico de color, lo cual no hizo otra cosa que empobrecer aún más la ya de por sí escasísima calidad de estos tebeos.

“Jan Europa” sí fue una aportación de la propia Bruguera. Se trataba de una creación del historietista Edmond para la revista “Mortadelo” en 1979 y que la editorial recuperó para esta nueva línea de cómics. En 2009 Glénat lo rescató del olvido a través de una nueva, íntegra y cuidada (pero también criticada) edición en blanco y negro y tapa dura.

La periodicidad de estos comics varió en función de la supuesta popularidad que debían alcanzar entre los lectores. De este modo, se le dio a “Manos”, un pastiche descaradísimo de Conan (llegando incluso sus autores a copiar literalmente viñetas de la versión de John Buscema del cimmerio), periodicidad semanal, por eso de estar en boga la espada y brujería; “Alucine”, “Tex Norton” y “Buffalo Bill” fueron quincenales, y “Jan Europa” mensual.

Lo más destacable de estos cómics, mediocres en líneas generales, fueron sin lugar a dudas las portadas, en la mayoría de las cuales tuvo mucho que ver el buen hacer del portadista oficial de la casa, Antonio Bernal, quien imprimió su talento en unas publicaciones a las que el lector se sentía irremediablemente atraído… Las cubiertas de “Manos”, “Alucine” y “Buffalo Bill” principalmente, fueron el verdadero acicate de unos tebeos cuyo contenido estaba a años luz de aquellas.

La duración de estas colecciones no fue muy prolongada. La evidente mediocridad de estas, pero sobre todo los mencionados problemas económicos de Bruguera, la cual con casi total seguridad padecería serias dificultades para conseguir los originales, provocó la cancelación de todas ellas de modo casi simultáneo; “Buffalo Bill”, “Alucine” y “Tex Norton” concluyeron en el número 11, en marzo de 1985. “Jan Europa” lo haría en el 10, un mes más tarde, y “Manos” cerraba también en abril en el número 23.

En mi caso particular, sólo las series de “Manos” y “Buffalo Bill” me inspiraron un cierto seguimiento… En aquellos tiempos el personaje de Conan estaba presente de un modo más o menos constante en mis lecturas, de modo que la curiosidad por esta copia tan innegable del cimmerio resultaba más que evidente , y el comprar un tebeo de “Buffalo Bill” suponía asimismo una acción del todo lógica, dada mi sempiterna afición al “western”.

Sin embargo, este frustrado pero curioso experimento de Bruguera aspiraría unos meses después de dar inicio, y antes de su definitiva cancelación, a una tímida expansión a través de un personaje muy conocido en casi todo el mundo y que por aquel entonces ya ejercía sobre el autor de estas líneas una considerable fascinación: James Bond, y fue precisamente en un tebeo de Bruguera de “Buffalo Bill” donde descubrí el lanzamiento de la serie dedicada al mismo.

Tras el disfrute en cine en 1983 de “Nunca digas nunca jamás”, protagonizada por Sean Connery –y curiosamente siendo una película “no oficial” de Bond- se puede decir que el agente secreto más famoso del mundo se asentó de modo definitivo entre mis personajes favoritos… Es por ello que, cuando vi en la contraportada de aquel ejemplar de “Buffalo Bill” (casi con toda seguridad el número 7, “Misión secreta”) la inclusión de un título dedicado a James Bond al lado de las otras cinco series de “Comics Bruguera”, no pude reprimir una gran alegría, hasta el punto de que podría afirmar categóricamente que aquel nuevo tebeo de James Bond se convirtió por aquel entonces en uno de los más deseados, si no el que más, de encontrar por aquel chaval de 12 años que ya empezaba a coleccionar comics más o menos en serio.

Lo cierto es que me volví loco buscando por todo Cádiz la susodicha colección, pero no hubo manera de hallarla desde sus inicios… Al final, conseguí el número 3 en una pequeña y escondida librería no muy lejos del que era mi domicilio –y que yo visitaba frecuentemente, dicho sea de paso- y paradójicamente, el número anterior lo adquirí unos meses más tarde en una estación de autobuses de Huelva. Por supuesto, ignoraba (la verdad es que lo he ignorado hasta hace bien poco) que la colección de Bond tan sólo se compuso de tres números.

En el caso concreto de Bond, su efímera colección (titulada “James Bond 007”) se nutrió de materiales procedentes de una editorial escandinava, Semic. Las historias, al igual que en los títulos mencionados con anterioridad, se publicaron originalmente en blanco y negro, dotándolas los talleres gráficos de Bruguera de un color mecánico realmente horrible –como horrible y mecánica fue igualmente la rotulación-, y tal como sucedió también con algunas de las series parejas a esta, las peripecias de Bond se complementaron con breves historias rescatadas del fondo de Bruguera y relacionadas con el género de espionaje.

Lo cierto es que, de las tres aventuras publicadas, ninguna merece una mención especial; el común denominador de todas ellas es una mediocridad insalvable que, de no ser por la identidad del protagonista, seguramente ahora estarían sumidas en el más puro ostracismo. La serie contó con unos autores prácticamente desconocidos en nuestro país: Sverre Arnes y Jack Sutter a los guiones y Ramón Escolano y Julio Bosch (este algo más famoso) a los lápices. Las portadas contaron, por suerte, con el buen hacer de Antonio Bernal, y es del todo irrefutable que son lo más destacado de la brevísima colección.

En las tres historias es justo reconocer que los autores se esforzaron por trasladar el entorno y ambiente, tan característicos en las películas del personaje, al papel, pero es evidente también que no lo consiguen, y al final la colección no pasa de ser una curiosa pero nada valiosa aportación al particular universo del héroe.

Como antes he mencionado, el primer número que cayó en mis manos de “James Bond 007” fue precisamente el último, titulado “Juicio Final”. Es curioso, pero es quizás el ejemplar más notable del terceto, tanto por una temática algo más próxima a lo que las películas de James Bond nos tiene acostumbrados, con un guión muchísimo más inspirado que el de las dos historias precedentes, como por el dibujo, donde Julio Bosch nos concede una versión gráfica de Bond mucho más próxima a la cinematográfica –sobre todo a la de Sean Connery- que la plasmada por Ramón Escolano, cuyo dibujo, en determinados momentos, es de un patetismo increíble, como patéticos, torpes y mal resolutivos son igualmente los guiones que acompañan los trazos de Escolano… Unas historias en suma que se leen, dado el desinterés que muestran, con suma rapidez y se olvidan con una rapidez aún mayor.

El cierre prácticamente paralelo de las series que englobaban “Comics Bruguera, Segunda Época” afectó de igual manera a “James Bond 007”, a pesar de dar comienzo unos meses más tarde que las otras. Es evidente que se trató de una decisión eminentemente empresarial y forzada por las circunstancias, puesto que con sólo tres ejemplares en el mercado era aún muy precipitado el dictaminar de un modo positivo o negativo las ventas de la colección. Sea como fuere, lo cierto es que “James Bond 007”, a pesar de su negligente factura y fugaz duración, nos trajo a este medio llamado cómic, por el que ya muchos estábamos irremisiblemente atrapados (y otros tantos desde mucho tiempo antes), al singular y siempre fascinante agente británico… Un James Bond que ya pugnaba en 1985 por un lugar destacado entre mis preferencias cinematográficas –estaba a punto de llegar “Panorama para matar”- y que una efímera colección de Bruguera quizás ayudó a consolidar.

P.D.: Muchas gracias a la base de datos de Tebeosfera, sin cuya imprescindible contribución no hubiera sido posible la elaboración de este “post”.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Segundo proyecto de portada de Joan Boix para "El último Combate"

El amigo Job nos ha faclitado un proyecto de ilustración alternativo que Joan Boix presentó para que encabezara el álbum "El último Combate"... Como se puede apreciar, guarda ciertas similitudes con el defintivo, sobre todo la pose de Goliath, por ejemplo, muy parecida a la que presenta en la cubierta oficial. Job nos la ha proporcionado en blanco y negro y color, dado este al dibujo por él mismo:



miércoles, 16 de noviembre de 2011

El Capitán Trueno, de héroe a villano

Enlace del diario "ABC" donde, una vez más, se especula sobre nuevos impagos por parte de los, digamos, "responsables" de "eso" que se llamó película.

Pinchad en la imagen para verlo:

lunes, 7 de noviembre de 2011

Serie "B" a la española

Continúan las críticas -de toda clase- hacia la película del Capitán Trueno. Esta es otra muestra:

domingo, 30 de octubre de 2011

Españoles en las cruzadas

Interesantísimo artículo de Pedro García Luaces, donde expone la más que probable intervención de muchos caballeros y nobles oriundos de los diferentes reinos hispanos existentes durante el Medievo, en las famosas y diversas expediciones militares a Oriente Próximo que se conocieron como Las Cruzadas:







Rodrigo González de Girón, Golfer de las Torres, Guillermo Cardona, Ramiro Sánchez de Navarra, Guillermo Jordán, Pedro de Moncada...

Se ha estrenado la película El capitán Trueno con más pena que gloria, pese a contar con una prometedora trama que sitúa al héroe del tebeo español en Palestina, en tiempos de la Tercera
Cruzada. Los amantes del cómic han visto guerrear al capitán junto al sultán Saladino y Ricardo Corazón de León sin necesidad de preguntarse por su rigor histórico pero, ¿combatieron realmente los españoles en las cruzadas?
Corría el año 1095 y correspondía clausurar el Concilio de Clermont. El papa Urbano II se dirigió a la muchedumbre: “Turcos, persas, árabes y agarenos han invadido Antioquía, Nicea e incluso Jerusalén, que guarda el sepulcro de Cristo (…) Dueños absolutos de Palestina y de Siria, han destruido las basílicas e inmolado a los cristianos como si fueran animales”.
Urbano II apelaba a la unidad de la cristiandad respondiendo a la llamada de auxilio del emperador de Bizancio, Alejo I, que había asistido impotente a la expansión mahometana, consumada en la invasión de Jerusalén en 1076. “¿A quién corresponde vengar estas injurias y recobrar estas tierras sino a vosotros? Tomad el camino del Santo Sepulcro, arrancad aquellos lugares del poder de esa raza maldita y ponedlos bajo vuestro dominio”. Y citó a san Mateo: “El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.
Los nobles enardecidos, ya arrancaban jirones de tela roja pegándolos en forma de cruz a su pecho cuando Urbano II cerró su discurso con el que habría de ser el grito de guerra de los cruzados: “¡Dios lo quiere!”.
Son muchos los historiadores que han excluido a nuestra nación de aquella “carga hacia Dios” – en palabras de G.K. Chesterton – que fueron las cruzadas, bajo el honroso pretexto de que nuestros reyes tenían ya suficiente con frenar las acometidas sarracenas que llegaban del norte de África. Bien es cierto que nuestro país carece de campeones de la talla de Godofredo de Bouillon o Ricardo Corazón de León, pero nuestras crónicas de ultramar recogen episodios notables de cruzados españoles que respondieron a aquella llamada con valor y entusiasmo militar, dejando bien alto el pabellón español en los Santos Lugares. No en vano, nuestros caballeros acudían endurecidos por dos siglos de heroica resistencia y acostumbrados a vivir en permanente hostilidad.

“Estos no huirán por ninguna manera”

Uno de los primeros caballeros en preparar su marcha a Palestina fue el conde Tolosa, don Ramón de Saint Gilles, que había combatido en Castilla y Andalucía junto al rey Alfonso VI, casando después con su hija doña Elvira. Don Ramón comandaba a los franceses del sur, formando un ejército de unos cien mil hombres poblado de catalanes y otros vasallos españoles que participaron en el sitio de Nicea y la famosa batalla de Antioquía.
Cuentan que al final de esta batalla, recontando las tropas que salían invictas, se fijó el príncipe bizantino Colomán en un grupo de unos siete mil españoles, preguntando por ellos a su privado Amegdelis, que le respondió que aquellos eran “muy buenos caballeros” que habían guerreado en España y le advirtió que “aunque otros huyan del campo, estos no huirán por ninguna manera” y antes querrán “morir en servicio de Dios que tornar sus cabezas para huir”. Así era la fama de los españoles en Tierra Santa y así lo entendió el príncipe, que prefirió marchar de allí antes que esperar a tropas tan esforzadas y aguerridas, según nos cuenta Martín Fernández de Navarrete.
Conocemos la historia del conde don Rodrigo González de Girón, que dejó su cargo de gobernador de Toledo por desavenencias con Alfonso VII el Emperador y marchó a Jerusalén, distinguiéndose en muchas batallas y fortificándose en el castillo de Torón, frente a la ciudad hebrea de Ascalón, que resultó inexpugnable hasta que se lo cedió a la Orden del Temple regresando después a España.
Uno de los cruzados españoles más sobresalientes fue el caballero Golfer de las Torres, que protagonizó un heroico lance durante el cerco de Antioquía al defender un puente contra cinco sarracenos, matando a tres de ellos y robando sus cinco caballos, un hecho que inició una sangrienta batalla a las puertas de la ciudad que terminó con más de mil bajas entre los musulmanes.
Las crónicas de ultramar citan al infante Ramiro Sánchez de Navarra, hijo del rey don Sancho, que participó en el asalto a Jerusalén en la Primera Cruzada con el capitán Saturnino Lasterra al mando de sus tropas. Godofredo de Bouillon quiso premiar su valor regalándole una talla de la Virgen junto a una porción de tierra del Santo Sepulcro y un fragmento de la Vera Cruz, reliquias que se conservan en la Iglesia de Santa María de la Piscina, en La Rioja, que ordenó levantar el infante en su testamento.
Nombres tan significativos como Don Guillermo Jordán, conde de Cerdaña, que participó en la toma de Tortosa y el asedio a Trípoli, el conde de Barcelona Berenguer Ramón II o el cardenal Pelagio de León, que tuvo gran protagonismo en la Quinta Cruzada, nutren nuestra historia en ultramar junto a otros menos conocidos como los templarios españoles Guillermo Cardona y Pedro de Moncada.
Unos y otros ejemplifican el entusiasmo de nuestros caballeros por defender los Santos Lugares, hasta el punto de que los propios monarcas europeos y la jerarquía católica tuvieron que frenar aquel ímpetu concediendo idénticas bulas e indulgencias a los caballeros que guerreaban en España, convirtiendo así la Reconquista en la gran cruzada de Occidente.

Indulgencias españolas

Desde el siglo XII, la guerra en España ocupaba tanta atención en los concilios católicos como la que se libraba en los Santos Lugares y numerosas campañas españolas vinieron precedidas de una llamada a la cristiandad, como ocurrió en la toma de Zaragoza (1118) a cargo de Alfonso I el Batallador. El Papa Gelasio II resolvió en el Concilio de Tolosa que concedería indulgencia plenaria y remisión de sus pecados a cuantos muriesen en aquella empresa o perseverasen en ella hasta concluirla. Idéntica dispensa obtuvo Alfonso VIII de Castilla en la legendaria Batalla de las Navas de Tolosa y otras tantas conseguirían Fernando III el Santo en su conquista de Sevilla y Jaime I el Conquistador en Mallorca y en Valencia. El rey aragonés llegó a embarcarse para partir a ultramar y participar también en la cruzada palestina pero una tempestad hundió parte de su flota obligándole a regresar.

miércoles, 26 de octubre de 2011

"Absurdia": Un artículo en euskera del Capitán Trueno

El artículo que hoy presentamos en "El Sonido del Trueno", firmado por Roberto Moso, fue publicado originalmente en euskera el pasado domingo 23 de octubre en el rotativo vasco "El Correo"... La nota curiosa del mismo radica en que es un texto en idioma vascuence, algo por otra parte poco habitual en los contenidos del diario, ya que la gran mayoría de estos se redacta en lengua castellana, y además está dedicado precisamente al Capitán Trueno, aunque asímismo se extiende, con relación directa a dicho personaje, a otros temas de rabiosa actualidad.



Esta es la traducción al castellano:

Querido Capitán Trueno: Estos días he sabido que tus vivencias aparecerán en una película. A decir verdad, no esperaba verte de nuevo entre nosotros.
Como con todo lo que he disfrutado de pequeño, sé que no se podría repetir lo que viví con tus aventuras.
Cada viñeta, era un pequeño dibujo que hacía perder la imaginación por largo tiempo, tal y como sólo se puede perder durante la niñez.
Más tarde, de mayor, me he acordado muchas veces de ti, intentando adivinar en qué se podía basar tu éxito.
Seguramente, resumías los sueños de muchos adolescentes: aventuras alrededor de todo el mundo, siempre acompañado de tus 2 fieles amigos, los que nunca te dejarían solo, fuertes disputas en favor de la justicia (aunque esto puede que no haya sido del todo confesable), novia guapa y atrevida, que está esperándote en un castillo de Suecia.
Te vi en diferentes lugares del mundo, dando palizas a muchos rufianes y tiranos.Pero por alguna razón que no sé, la aventura tuya que más recuerdo es la acaecida n "Absurdia la Fantástica".
En Absurdia todo se hacía al reves. La gente comía debajo de la mesa y dormía debajo de la cama, los árboles hablaban y los bueyes utilizaban a los hombres para arar la tierra.
Un estúpido tirano estaba empeñado en poner todo patas arriba en su loco territorio, y como no, Goliat, Crispín y tú os engargasteis de volver a poner las cosas en su sitio (¡qué necesarios seríais hoy en día también!).
Mira, mi Capitán, en la época en la que leía tus pasajes, no podía ni imaginarmelo, pero por desgracia, últimamente me parece que vivo en Absurdia.
En mi mundo de hoy, se construyen aeropuertos e infraestructuras gigantescas, sin saber si quiera si alguien los va a utilizar. El medioambiente y el desarrollo duradero está en boca de todos los políticos, pero luego ahí están autovías y lineas de tren que no se usan y que convierten el paisaje en cemento.
Estos días, el partido comunista está celebrando su asamblea general en China, es decir, el mayor partido comunista que ostesta el poder. Mientras tanto los chinos se adueñan del Mercado por medio de un capitalismo salvaje, donde los sindicatos o los derechos de los trabajadores son mera ciencia ficción.
En nuestra Absurdia de hoy en día, los ejecutivos de los grandes bancos, multiplican sus beneficios, y mientras tanto cada día hay 3 vascos sin poder pagar su hipoteca, mientrás les echan de sus casas.
Gracias al dichoso TDT tenemos un montón de canales en nuestro mando, para poder ver eso si 3 veces más que antes tanto el futbol, como las noticias del corazón,y como a las pitonisas de turno.
Me da vergüenza recordarlo, pero cada año mueren 25.000 personas víctimas del hambre y la pobreza. Y mientras tanto en los países ricos nos resulta imposible llegar a ese 0,07% para ayudar a evitar estas situaciones.
Doy las gracias, Capitán de mi corazón, a que algunas figuras venidas de Absurdia han debido de desaparecer para siempre.
Ese lamentable escenario de las declaraciones de ETA, que nos colocaba una y otra vez en la década de los 60, quedará para los documentales.
Por pura casualidad, desaparecerá justo al mismo tiempo que otro rastro absurdo del pasado: el Coronel Gadafi.
A decir verdad, amigo Trueno, muchas veces me pregunto a mi mismo , si fuera de tus tebeos no existirá una Absurdia real.

sábado, 22 de octubre de 2011

Capitán Trueno y el Santo Caos

Lean y juzguen. Los seguidores incondicionales esperaban una película. UNA PELÍCULA. Simplemente una PELÍCULA que rescatase al Capitán Trueno y que favoreciese la edición de nuevas aventuras. Lean y juzguen. Esto es muy, muy penoso.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/10/20/valencia/1319122111.html

martes, 18 de octubre de 2011

¡El dragón de tres cabezas!

La aventura de la bruja Gontroda y su dragón de tres cabezas, se desarrolla en Cataluña. Los lectores de las aventuras del Capitán Trueno, sin duda recordarán a Froilaz, el tutor de la joven Velda, heredera de las posesiones de Gundesindo de Fuente Culebras. Froilaz maquina su muerte al querer despoyarse con el noble Pedro Bogoña.

Es ésta una aventura considerada como de transición, que sólo se extiende a los largo de tres cuadernillos: los números 43, 44 y 45. Estos episodios fueron dibujados por Ambrós y entintados por Beaumont. En ellos pueden apreciarse algunas deficiencias, debido a los titubeos iniciales del tándem Ambrós- Beaumont.

Una de las primeras sorpresas desagradables de la colección apaisada, se iba a producir a partir del número 46. A partir de este número y hasta el cuadernillo 51, Beaumont se haría cargo en solitario de las ilustraciones del Capitán Trueno. ¡Fue una catástrofe!!! Un error tremendo de Editorial Bruguera. Uno de tantos. El Trueno de Beaumont ya no era el que era. Podéis volver a comprobarlo por vosotros mismos.

Hoy presentamos la Portada Animada titulada "¡EL DRAGÓN DE TRES CABEZAS!". Un dragón que vivió en los montes catalanes, en el medioevo... y al que según nos dejó escrito Ricardo Acedo (sustituía a Víctor Mora debido a circunstancias personales), vencerían Trueno y sus amigos.

Ebravor

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Aquel héroe de nuestra infancia

Magnífico artículo de Pedro A. Gónzalez Moreno dedicado al Capitán Trueno:



 Tiempos que no son de silencio, como escribió Martín Santos, sino más bien de ruido y confusión, en los que la sombra rapaz de los banqueros planea sobre nuestros bolsillos, en los que los políticos se afanan en ofrecernos su perfil más fotogénico y donde los intelectuales, en el mejor de los casos, andan instalados en el aurea mediocritas del funcionariado. Y mientras tanto, a pie de calle, la gente anda distraída con el fútbol, los culebrones y las tertulias televisivas, o con las añagazas de las nuevas tecnologías y los bodorrios de alto abolengo.

   Tal vez nos encontremos, como ya diagnosticó Unamuno para la sociedad de su época, en una nueva situación de marasmo, con el agravante de que ahora, un siglo después, el nuestro no es sólo un “páramo espiritual” sino también un páramo económico y un tiempo sin líderes culturales, sin referentes intelectuales, y lo que es aún peor, sin referentes morales.

   Pero el nuestro es, por encima de todo, un tiempo sin héroes.

  Para los que vivimos una infancia (ya demasiado lejana) de pan con chocolate y alguna que otra cata de aceite, y teníamos como único horizonte los dorados paisajes de las eras, los cómics fueron una ventana abierta al mundo de la fantasía, una vidriera multicolor en tiempos que, televisivamente, eran de blanco y negro todavía. A través de las viñetas del cómic, allá por los remotos 60, entrábamos en el reino mágico de la evasión y la aventura. Y entre aquellos cómics de entonces, el personaje del Capitán Trueno conserva un lugar privilegiado en nuestra memoria. También, a ratos, leíamos aquellas novelitas del oeste que comprábamos por dos reales en el kiosko de nuestro pueblo, y alternábamos esas lecturas con otras novelas, más serias y más caras, que alimentaban igualmente nuestras ansias de aventura: las de Julio Verne o las de Zane Grey, las de Emilio Salgari o incluso las de Richmal Crompton.

  Pero los tebeos del Capitán Trueno tenían siempre un color y un sabor diferentes. Aquel personaje melenudo y valiente, junto con su exótica y rubia compañera Sigrid, princesa de Thule, o aquel gigantón tuerto llamado Goliat y el joven Crispín, eran para nosotros una especie de familia, extraña y aventurera, con la que viajábamos por lugares desconocidos y por unos tiempos, los de la Edad Media, que estaban llenos de misterio, y de leyendas. Junto a ellos, sobre su globo aerostático, viajamos por el mundo, igual que viajamos también por los mares de Salgari, por las praderas de Karl May o por las islas de Stevenson.

   Aquellos guiones de Víctor Mora y aquellos dibujos de Ambrós, editados por Bruguera, que nos sumergían en un fabuloso tiempo de Cruzadas, supieron transmitirnos un raro espíritu de lucha por los más nobles ideales, ésos que después pudimos sentir de nuevo leyendo El Quijote. Porque el Capitán Trueno, arquetipo del caballero andante medieval, era como una reencarnación pura, aunque sin locuras ni parodias deformantes, del más ingenioso hidalgo que vieron los siglos. La figura del Capitán Trueno, cuyo ideal caballeresco se basaba en la valentía, en la libertad y en la justicia, en la defensa de los débiles y de los oprimidos, quizá nos ayudó, más tarde, a comprender mejor al personaje cervantino.

   En aquellos oscuros años de la dictadura, la lucha del Capitán Trueno contra la opresión y la tiranía encerraba un mensaje que nosotros aún no sabíamos captar, pero que motivó, de hecho, que esos tebeos hubieran de librar también duras batallas contra la censura franquista. Sin embargo, de una manera inconsciente, en aquella lucha y con aquellos ideales, como después también con los del buen hidalgo manchego, nos identificabámos todos los niños de entonces.

 El hecho de que ahora el Capitán Trueno haya sido llevado a la gran pantalla, bajo la dirección del cineasta Antonio Hernández, al margen de sus valores cinematográficos es un gesto digno, por sí solo, del mayor respeto y alabanza, porque con ello adquiere carne y realidad uno de esos héroes que pertenecen al imaginario colectivo de nuestra infancia y de nuestra cultura.

   Frente a Superman, Spiderman, Batman y otros superhéroes que nos llegaron de fuera, la mayoría de ellos dotados de maravillosos poderes, el Capitán Trueno aparece como un héroe más verosímil, más humano, un personaje dotado con esa sobriedad de los héroes castellanos, con esa misma sobriedad que también caracterizó al más emblemático de nuestros héroes épicos, el Cid, que para llegar al mundo del celuloide tuvo que esperar a la iniciativa de la poderosa industria americana.

   Por ello, tan sólo el gesto de que desde dentro de nuestro país se pretenda reivindicar para el cine a nuestros propios héroes, reales o de ficción, ya es razón suficiente para que Capitán Trueno y el Santo Grial sea valorado positivamente. Pero además, su localización en escenarios, tan espectaculares y tan nuestros, como el Castillo de Calatrava la Nueva o las Lagunas de Ruidera, no podían sino aproximarnos un poco más la figura de este personaje y realzar más aún, si cabe, su halo quijotesco.

   Vivimos tiempos funestos donde parecen haberse perdido de vista los valores más positivos, nobles y esenciales del ser humano, pero la recuperación de personajes como el Capitán Trueno viene a recordarnos, por un lado, aquellos inolvidables ratos de nuestra infancia lectora, y nos hace creer de nuevo en la magia de la aventura; pero, por encima de todo, nos viene a recordar que los utópicos ideales de libertad y de justicia continúan siendo posibles todavía.

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