Rosa Camiña es admiradora de la obra de Víctor Mora y de Ambrós. Seguidora de las aventuras del Capitán Trueno desde la infancia; nos ha facilitado su autorización para que su opinión-crítica de la película "Capitán Trueno y el Santo Grial", sea expuesta en este Blog. Os invito a leerla y a reflexionar. No tiene desperdicio. Muchas gracias, Rosiña por tu colaboración.
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Bueno, voy a dar yo también mi opinión sobre la película, así que advierto que si alguien no la ha visto y piensa ir a verla, QUE NO LEA MI MENSAJE, porque si lo hace se la voy a acabar fastidiando.
Bien: durante meses no tuve la menor esperanza respecto a la película, sobre todo porque no quería hacerme ilusiones, pero reconozco que desde hace unos quince días, que vi el cartel en un cine, empecé a ponerme un poco nerviosa. De todos modos, ayer mismo procuré no crearme expectativas y, como me parecía muy difícil que la película me convenciese (entre otras cosas por esas mismas expectativas y por lo mucho que me guste el Capi) decidí no pedirle demasiado; tan solo que fuese una película correcta y que me entretuviese. Pero con gran dolor de corazón tengo que decir que no es, simplemente, que me haya desilusionado, es que la película es muy mala. Es muy mala, independientemente de que sea sobre el Capitán Trueno. Es que, como cine, es pésima. Parece una película de serie B, pero sin el encanto que tienen muchas películas de serie B. Es que es cutre. No se trata de falta de medios (que imagino que no disponía de muchos); se trata de falta de imaginación, de falta de un mediano talento para saber dónde se coloca una cámara, cómo se planifica una escena, cómo se mantiene un ritmo y, sobre todo, cómo se hace un montaje. Es que algunas escenas parecen cortadas a machete, como si el montaje de plano a plano lo hubiese hecho un aficionado, como si no se hubiese planificado lo que sucede y para qué sucede. Por ejemplo, esa serpiente enorme que aparece al principio, ¿a qué viene? ¿Qué pinta ahí? Ni ataca al Capi, ni lo asusta... ni reaparece en una escena posterior para que su primera intervención tuviese significado alguno. Es como un colgajo absurdo. Y ese ir y venir de Trueno por los corredores, como mirando al aire, a la nada... Carece de sentido. En el cine todo tiene que tener sentido; si no, se suprime. ¡Mira que puedes meter acontecimientos en esta historia! Parecería que necesitarías de cada segundo para poder relatarlos; pues no, malgastan esos segundos en esos planos vacíos, en esa espera larguísima de la segunda parte, antes del ataque al castillo en la que no pasa nada; solo unas tomas de paisajes carentes por completo de lirismo o de emoción para crear tensión en el espectador ante lo que se avecina. Lo malo, es que no se avecina nada.
La parte de la brujería es que totalmente absurda. Tanto rollo con que han querido respetar el espíritu de Trueno porque sus más fieles seguidores. ¡Es que me indignan! Si fueran sus más fieles seguidores sabrían que la magia en el Capitán Trueno siempre se ve desbaratada por la ciencia, que solo es un recurso que se utiliza muy ocasionalmente para verse frustrado luego por la ilustración. Es que esas brujas a lo Conan eran patéticas. Te daba risa todo. La película no es que sea infantil; es infantiloide. No es una cuestión de la primegenia inocencia de unos tebeos que leíamos emocionados de niños; es que es tonta. E inocencia y tontería no son lo mismo.
Es que lo que más rabia me da es que el Capitán Trueno no se merecía esto. Y además es que era tan fácil hacer algo decente con lo que ya tenías. Muy bien, tú eres un gran guionista y un gran director y decides hacer TU versión, a TU manera, que para eso esto es cine y tiene otro lenguaje; pero es que para eso tienes que ser bueno, muy bueno; y en este caso, es que no lo eres. Y si no lo eres, debes de tener la perspicacia y la humildad de aprovechar lo que ya se te da regalado. Si partimos de los primeros tebeos, ya tienes el argumento, tienes los diálogos y, ¡caramba! ¡Es que hasta tienes el storyboard! ¡Es que no tienes ni que molestarte en dibujarlo! Tienes todas las viñetas de los tebeos que te describen cómo es la escena, que te imprimen el ritmo una tras otra... Y claro, tú luego lo adaptas a una película. ¡Pero por Dios si los guiones del capitán Trueno son enormemente cinematográficos. Entre otras cosas, porque están inspiradísimos en miles de películas de aventuras.
En fin, que parece difícil que se haya podido hacer tan mal. Es que es de una torpeza tremenda. Si tampoco necesitas tanto dinero. Coges la aventura de los salvajes Kadori y ¿qué necesitas? El mar, una playa y un bosque que haga de selva. Además, que hoy en día todo lo haces con trucos de ordenador. Pero lo que sí necesitas si haces una película es haber visto mucho cine clásico de aventuras, haber visto Robin Hood y El halcón y la flecha y El mundo en sus manos y haberte emocionado hasta la médula. Y haber mamado los tebeos del Capi y decirte "yo tengo que ser respetuoso con esto", "esto no es una tontería; son guiones redondos, planificados de principio a fin que me tengo que limitar a seguir"; "aquí hay amistad, risas, alegría, conocimiento, sabiduría, poesía, geografía, fauna, solidaridad, miedo, noches expectantes, arenas del desierto, cielos estrellados, amor... y la posibilidad de la eternidad". Bueno, ya sé que desbarro, pero yo creo que había que habérselo tomado todo con un poco de amor. Y con mucha más honradez.
Lo único bueno de la película: los títulos de crédito del final con la canción de Asfalto de fondo y el montaje de las escenas al modo de viñetas. Ahí se vislumbraba lo que pudo haber sido y no fue.
Rosa
2 comentarios:
Es justo descubrirse ante tan acertada, precisa y al mismo tiempo pasional crónica de toda una aficionada del Capitán Trueno... Aunque suene un poco paradójico, te felicito por tus doloridas palabras y por la incisiva concreción de tus argumentos. "Esto" ha sido un daño irreparable que hemos vivido TODOS los truenófilos, y creo que sería un buen momento para la unión de los aficionados, manifestando al unísono nuestra repulsa y nuestra magna desilusión.
Gracias, Rosa.
¡BRAVO!
Es lo que es.
Los experimentos, con gaseosa, que luego las cosas explotan. Pero claro, en este caso, en las narices de los truenófilos.
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