miércoles, 4 de enero de 2012

EL CAPITÁN TRUENO Y LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS

Artículo de Edúgar. Edúgar es un nuevo colaborador de nuestro Blog. Los lectores podrán estar o no de acuerdo con sus opiniones, y si lo desean pueden manifestarlo en sus comentarios. Agradecemos su colaboración.
Ebravor



EL CAPITÁN TRUENO Y LOS ÚLTIMOS DE FILIPINAS
Por Edúgar
AHORA EMPIEZO A vislumbrar algo de cordura en este grupo. Ya iba siendo hora de que nos percatásemos de que Trueno ya no existe... fuera de nosotros. Desde luego, Trueno continuará viviendo en nuestra memoria mientras perdure alguno de quienes lo leyeron, pero de ahí no pasará esta historia. En el mejor de los casos,Trueno, como Diego Valor antes, pasará a ocupar un rincón de nuestro de desván. Esto es inevitable.
Y la culpa no está centrada en una editorial, porque ¿qué más hubiera querido Ediciones B sino que "Trueno Color" se hubiese impuesto con éxito en el mercado editorial? Seamos sensatos: al interrumpir la publicación de los tomos, ¿acaso fue porque su deficiencia mental le obligó a dejar pasar ante sus ojos la posibilidad de obtener una sustanciosa ganancia si esta hubiese sido posible? Pero la realidad se impuso: Trueno Color no se vendía. Trueno ya no cabía entre los nuevos españoles. Y no porque fuese víctima de un censor franquista ni de la espuria ambición de un empresario.
La culpa de todo está muy distribuida, aunque focalizada a un solo punto: el Capitán Trueno nació en España. Trueno era español, un país pequeño y económicamente débil. Ése fue su gran error y defecto. Entre tanto, mientras Trueno iba muriendo en el corazón de los españoles, seres extraños de otro mundo: mutantes, malformes y asesinos, empezaron a acaparar las estanterías de nuestros quioscos y el telón de nuestras pantallas. ¿Cómo se explica esto? Por el tiempo, no, porque Batman, por ejemplo, es más antiguo que Trueno. ¿Entonces...?
España es un país colonizado por seres del mundo anglosajón, mundo que ha venido no solo a sustituir nuestros belenes por un abeto, a nuestros Reyes Magos por un obeso Papá Noel y nuestra Noche de Difuntos por un Halloween, sino también a borrar de nuestros corazones a nuestros héroes más genuinos: Trueno, el Guerrero del Antifaz, Roberto Alcázar... La potente maquinaria mercantil y propagandística norteamericana ha desbancado inexorablemente todos nuestros mitos, para sustituirlos por los propios: el jinete sin cabeza, Kit Carson, Toro Sentado, G. A. Custer, Billy el Niño, etc. son más conocidos que los amantes de Teruel, Don Juan Tenorio, Luis Candelas o el general Prim, por citar unos ejemplos improvisados.
¿Qué joven ha comprado un número del Capitán Trueno Color o una entrega de Roberto Alcázar? Mi quiosquero me ha dicho que ninguno, que todos sus clientes eran personas como yo, o sea, gente con más de 50 tacos encima. Una última prueba de nuestra ruina cultural: ¿qué joven emplea la palabra "tebeo"? Ninguno. Todos dicen dicen: "cómic", incluso gente mayor que los mencionados.
En ocasiones, cuando se me ha preguntado qué hago yo en algunos grupos como este nuestro, de inmediato me he sentido como hubo de hacerlo uno de aquellos héroes nuestros de finales del siglo XIX en la defensa de la iglesia de San Luis de Baler, en Filipinas. Porque, querámoslo o no: ¡somos los últimos de Filipinas!
Edúgar.

5 comentarios:

Ebravor dijo...

¡Cómo desearía que estés equivocado! Pero, siendo realistas, hemos de reconocer que un rosario de circunstancias y sucesos encadenados están llevando al Capitán Trueno al obstracismo.

1- La desidia de Ediciones B: Se ha dejado pasar la oportunidad estos últimos años (Conmemoración del Cincuentenario, presentación de "Chandra, el usurpador" por el exministro López Aguilar...) de editar nuevas e inéditas aventuras. Se podría haber formado un equipo de guionistas y dibujantes a tiempo. En mi opinión, lo único digno de elogio realizado por Ediciones B ha sido la reedición del Genuino Trueno Color.

2- La descomunal e incomprensible equivocación de editar "EL ÚLTIMO COMBATE". Fue un insulto a la inteligencia de los aficionados. No fue un acierto hacer morir a Trueno, a Sigrid... y, más tarde en la película al mago Morgano. Fue demasiado pretencioso, absurdo y de consecuencias imprevisibles. Entre ellas el hartazgo de la gente.

3- La... ¿pelicula...? Es difícil poder llamar película a lo que vimos en la gran pantalla. No hay palabras para describir la decepción, el desengaño, la frustración y la PENA (por mi parte esto es lo más importante: LA INMENSA PENA) que ha producido semejante engendro. Ya no habrá otra oportunidad.

No puedo olvidar el ridículo que muchos hicimos al comentar mediante palabras sinceras, de apoyo, amables... en el Blog de Sergio Peris-Mencheta, el curso del rodaje. No puedo olvidar la frase de Antonio Hernández cuando en los primeros días del rodaje dijo: "Los actores se lo pasan como niños, se divierten"... ¡Qué poco sabíamos entonces que la realidad era muy otra, como se ha podido comprobar tras el estreno.

Cuando salí del cine... salí aturdido, sin dar crédito a lo que había visto... y quise ser benévolo, actuar con la inocencia de un niño y decir: "Me ha gustado la película... es buena..." Llegué a casa... y a eso de las 2 y media de la madrugada escribí un par de folios llenos de mentiras... mentiras que iban sobre todo dirigidas a mí mismo. Y es que cuando uno no quiere aceptar la realidad... es capaz de engañarse hasta la hez. Pero no hay engaño que dure tanto. Y eliminé del Blog aquella primera opinión absurda, inexacta e insincera. Muy a tiempo.

Amigos: El Capitán Trueno NUNCA va a morir en nosotros. Si lo hace, lo hará cuando nosotros ya no estemos. Somos los verdaderos Caballeros Custodios. Somos -y a mucha honra- los valedores nostálgicos del verdadero Capitán Trueno. Nunca morirá en nuestros recuerdos y seguirá siendo "Él" en nuestros tebeos de siempre. Nadie (y en esto nuestro amigo Ppep tiene razón), podrá arrebatarnos aquellos años dorados, ni nuestros viajes en globo en pos de la aventura.

El Capitán Trueno... ¡VIVE!

Y lo hará mientras nosotros queramos que viva. No habrá guiones pésimos ni películas horrorosas que sean capaces de borrar el esplendor de un pasado que fue, que es y que será.

Ebravor

Jesús Duce dijo...

Coincido en casi todo lo que comentáis, Edúgar y Ebravor.
Evidentemente, Trueno es fruto de un época y vive en el recuerdo de los que disfrutamos con sus historias.
No obstante, existen algunos casos donde se ha conseguido una magnífica continuidad.
Véase, por ejemplo, las colecciones de Tex en Italia. Llevan más de cincuenta años y siguen manteniendo un espíritu parecido a los primeros años, con un nivel gráfico y narrativo extraordinario.
Otros casos similares son el Príncipe Valiente, Blueberry e incluso las propias series de superhéores en USA, todas ellas con bastantes décadas a sus espaldas y casi siempre con excelentes resultados.

El problema, en mi opinión, es la manera de hacer las cosas. Aparte de las circunstancias de cada mercado y cada país, hay que intentar, creo yo, realizar los trabajos con una mayor coherencia y un ajustado enfoque respecto de las colecciones originales, actualizando, desde luego, los aspectos que se vean oportunos, pero respetando las líneas básicas y el espíritu fundamental que ha diseñado la creación primigenia.

La etapa de Bermejo, Blasco, Redondo y Burns, no estuvo nada mal, si bien tuvo sus altibajos, habituales, por otra parte, en cualquier colección que se precie.
Pero los dos últimos álbumes, especialmente el último, se escapan, a mi modo de ver, de la esencia de Trueno, tanto gráfica como narrativa, deformando en exceso personajes y acontecimientos.

A mi modo de ver, se debe trabajar de otra forma. Los guiones tienen que estar bien trabados y pautados, actualizados en cierta medida pero sujetos al espíritu inicial del personaje. Y los dibujos tienen que mostrar igualmente una madurez coherente, con imágenes sólidas y convincentes.

De la película prefiero no hablar porque creo que el resultado es muy palmario. Ahora bien, debe reconocerse que las adaptaciones cinematográficas siempre son muy complicadas. Es un medio muy diferente. Yo no tenía muchas esperanzas, teniendo en cuenta los intentos que ha hecho el cine español con otros personajes, o los que directamente no ha hecho.

Lo mejor, como decís, es seguir viviendo a Trueno en nuestros comentarios, nuestros análisis, nuestros humildes homenajes a los autores que crearon el tebeo más bonito que jamás vieran nuestros ojos.

Un abrazo

Ebravor dijo...

"... Lo mejor, como decís, es seguir viviendo a Trueno en nuestros comentarios, nuestros análisis, nuestros humildes homenajes a los autores que crearon el tebeo más bonito que jamás vieran nuestros ojos..."

... Y llegó a nosotros en una época clave: cuando vivíamos en la patria de la que habló el poeta: nuestra infancia.

Gracias por tus comentarios, Jesús.

Ebravor

GUNDAR dijo...

No quiero reiterar los comentarios ya expuestos, pero prácticamente coincido en todo. Pongo por ejemplo, mi caso personal. Soy un truenófilo hasta la médula y un enamorado pasional de Ambrós. Mis hijos conocen esa pasión, y alguno ya pasa de los treinta, pero si yo desapareciera, desaparecería también todo lo relacionado con el Trueno. Esa es la cruda realidad. Me ha gustado mucho esa idea de ser como "Caballeros Custodios" (algo bueno tenía que aportarnos la peli) y eso me da cierta medida de paz y me tranquiliza. Pero también me niego a aceptar la idea de que El Capitán Trueno murió realmente cuando se cancelaron las Aventuras Bizarras. Lo de después, nos puede gustar más o menos, pero lo realizado no dejan de ser simples experimentos. En la aventura de "La máscara del dios olvidado", aparece un grupo sectario (la verdad es que no me gusta ese término por sus connotaciones tan negativas) que también actúan como "guardianes" y la conversación que mantiene su líder, creo recordar un caballero irlandés, con Trueno, es muy emocionante y viene al caso.
El artículo de Edgar es muy realista. Creo que transmite la auténtica realidad. Pero con todo, yo todavía tengo esperanza. De primera mano sé que Ferrándiz y Redondo han entrado en seria conversación amistosa y traman algo que podría darnos a los truenófilos una grata sorpresa.
La película, y los dos últimos volúmenes, en mi caso al menos han conseguido que la obra de Ambrós se haya revalorizado, como si del Grial se tratara, y en el momento actual y por enésima vez, la estoy disfrutando con intensidad.

Ebravor dijo...

También tus apreciaciones son dignas de tener en cuenta, Gundar. Comparto contigo la experiencia que has tenido con tus hijos. Hace años, invité a mis dos hijos varones a que leyeran el Capitán Trueno en su mejor versión: la original facsímil apaisada. El mayor la leyó hasta la aventura de Barogar y el pequeño (se llevan 3 años), no pasó de los diez primeros cuadernillos. Por aquel entonces estaban enfrascados en leer Dragon Bolá, jugaban con los Master del Universo y veían Dragones y Mazmorras... Comprendí que Trueno les resultase muy lejano y fuera de su tiempo. Y llegué a la conclusión de que mi mundo "nuestro mundo" con todas sus circunstancias, pequeñeces y grandiosidades... no será nunca el suyo. Sencillamente porque el suyo es otro al que yo asisto con complacencia y comprensión, pero sin pasión.
Por otro lado, siempre he pensado que el mundo medieval y todo el romanticismo que le rodea y caracteriza; es un tema imperecedero. Por eso, pienso que si hubiese una política editorial acertada, no sería descabellado editar nuevas aventuras del mítico Capitán Trueno. Pero... evidentemente, hace falta voluntad, creatividad, correr el riesgo y mucha ilusión.

Como a Jesús, te agradezco tu comentario.

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