El comienzo

Hoy comenzamos la andadura de este humilde blog... Supone el esfuerzo conjunto de una serie de amigos amantes de los tebeos en general y del Capitán Trueno en particular. En él tendrán cabida artículos, vídeos, ilustraciones, curiosidades... Todas ellas relacionadas con Trueno y su mundo, un universo fantástico y sumamente extenso, lleno de aventura y peligros, emoción y magia. Al lado de vosotros, a los que va dirigido este pequeño rincón internáutico, queremos iniciar ese maravilloso viaje a la aventura, a la nostalgia, a unos años menos complejos y más inocentes... Pretendemos por tanto encauzar una larga singladura a la ilusión, a esa ilusión que los tebeos de Trueno y de otros grandes e inolvidables personajes nos legaron, que aún tantos compartimos y lo más importante, no podemos dejar que desfallezca.

Pero antes de todo eso, y como nota obligada, quiero agradecer de todo corazón la valiosa aportación de Elías Bravo, Ebravor, cuyos diseños aderezan el fondo y la cabecera de este blog, concediéndole al mismo ese aire clásico y singular; sencillamente único; algo digno de un personaje como el Capitán Trueno. También quiero mencionar el apoyo concedido por Luis Antonio Ródenas, asímismo contribuyente de este blog, cuya inventiva dio al mismo el sonoro y rotundo epígrafe que lo define; dicho nombre, "El sonido del Trueno", pretende ser la cabecera de un blog valiente, creador, decidido... Un lugar donde admirar y consolidar la obra de Trueno, la de sus autores y la de sus aficionados.Y por supuesto, quiero dar las gracias a todos los miembros del colectivo "El Capitán Trueno y sus amigos", foro de reciente creación, sin cuyo respaldo este blog, que no es más que una extensión del mismo, no hubiera podido iniciar su labor, una labor que ellos mismos construirán con sus aportaciones.

Que el Capitán Trueno, a lomos de su corcel, y acompañado de sus inseparables amigos, nos guíe a todos por igual a la aventura y a la esperanza... Éste es nuestro deseo; el deseo de este foro, y queremos que también sea el vuestro.

Manuel Collado Luque