lunes, 10 de octubre de 2011

“Atlántida”: el hundimiento definitivo del Capitán Trueno

Después de la aberración que supuso para la abrumadora mayoría de truenófilos el álbum titulado “El último combate”, hartamente comentado por lectores y críticos, tenía la ilusoria esperanza de que la siguiente historia que nos presentarían autor (Ricard Ferrándiz, esta vez como autor completo, prescindiendo así de Joan Boix a los lápices) y editorial, prometida inmediatamente después de la aparición de la historia donde se nos narra la muerte del Capitán Trueno recuperaría, si no de modo completo, porque eso es casi imposible, sí al menos una parte del espíritu del Trueno más clásico; el Trueno que ha encandilado a varias generaciones, el Capitán Trueno de siempre... En definitiva, un Capitán Trueno en plena forma... Creía firmemente que esta vez Ferrándiz, tras el varapalo que nos dio en el álbum anterior, en esta ocasión realizaría un trabajo digno, casi a la altura del mejor Capitán Trueno que nos dio Víctor Mora y los maravillosos dibujantes que lo ilustraron a lo largo de los años.

Por ello, las primeras impresiones que me creé a través de algunas páginas del nuevo álbum facilitadas inicialmente por el blog  La Factoría del Cómic fueron a priori en esa dirección; lo cierto es que estaba muy ilusionado con “Atlántida”, y esa ilusión se hizo forzosamente necesaria después del shock que ha supuesto, para mí y muchos amigos del universo Trueno, el reciente visionado en cines de “El Capitán Trueno y el Santo Grial”... Me esforcé, en mi crítica sobre dicho film, en rescatar los elementos más positivos del mismo con el fin de justificarlo aunque fuera mínimamente, pero la cruda verdad es que es una película muy, muy mala, y así hay que reconocerlo, por muy duro que sea... Es por esto que la lectura de “Atlántida” tenía que cumplir con un muy difícil objetivo: el devolverme, como ya he indicado, esa ilusión, esa esperanza, en que el Capitán Trueno seguía vivo, seguía en el candelero, dispuesto a seguir batallando victorioso en busca de nuevas aventuras, siempre dispuesto a ayudar a los débiles y oprimidos.

Me equivoqué.

De “Atlántida” tras su lectura sólo se puede afirmar de manera categórica una cosa: que no es únicamente un pésimo tebeo del Capitán Trueno; es un tebeo malísimo en términos generales. Supone un auténtico insulto a la inteligencia del lector, sobre todo a la del lector que ama a este personaje, que lo ha “mamado”, que lo siente como suyo casi desde que puede recordar... Es un completo despropósito que ensucia la leyenda del Capitán Trueno y su trayectoria, como si fuera un vulgar complemento de la película con la que coincidió en fatídica fecha; es un nuevo ataque a la leyenda, tal como lo fue el álbum anterior, donde el héroe fue literalmente asesinado... En este, además, se le ha dado la puntilla, como yo mismo vaticinaba víctima del pesimismo en un post tiempo ha... Cuando aparecieron las primeras páginas, pensé que aquel primer temor se desvanecía, pero el pobrísimo resultado ha terminado por darme la razón.

Ricard Ferrándiz es un autor de insulsa y maquillada trayectoria, como así se indica en las páginas finales de este libro; es posible que haya trabajado mucho durante años para diferentes agencias extranjeras, pero el hecho de que el autor de un cuento infantil titulado Las cuatro esquinitas se convierta en creador completo de una aventura del Capitán Trueno, ya nos induce a pensar de manera fatídica cuál puede ser el resultado de la misma: una historia con un guión torpón, lineal, aburrido, complementado con textos de apoyo vacuos, innecesarios, mal construidos gramaticalmente en ocasiones,... Infantiloide en grado sumo... Una absoluta necedad, con la que Ferrándiz, como ya pergeñó en “El último combate”, vuelve a demostrar aquí un completo desconocimiento del personaje y su entorno.

Es más, dudo incluso que este hombre se haya leído un solo tebeo del Capitán Trueno, porque, ¿cómo es posible que, como pasaba en “El último combate”, se obstine en que Goliath exclame “¡Voto al Batracio Verde” cuando cualquier mínimo lector del Capitán sabe que es “¡Por el Gran Batracio Verde!”? Es que encima, en el colmo ya de la torpeza narrativa más absoluta, ni siquiera tiene idea de la mitología nórdica más básica: ¿cómo que Thor es el dios del RAYO? ¡Es el dios del TRUENO! ¡Mírese al menos un cómic de Marvel, por Dios! Y mete semejante cagada en un momento clave del tebeo, cuando se supone que dicha mención al dios vikingo tiene una relación directa con nuestro héroe y lo que sucede.... El error garrafal disuelve de manera inmediata la supuesta emoción que debe transmitir la escena, convirtiéndola en el máximo exponente de todo un cúmulo de dislates que da inicio nada más empezar el álbum.

Y después de todo lo anterior desde el punto de vista narrativo, puede sorprender el que afirme ahora que Ferrándiz no es un mal dibujante, pero esa es la verdad... Lo que ocurre es que no es un dibujante para nada adecuado a un personaje como el Capitán Trueno; tal como le sucedía a Joan Boix en la anterior historia, no es un ilustrador capacitado para dibujar escenas de acción; las que hay en “Atlántida” prácticamente son miméticas, con idéntica perspectiva y por tanto idéntico estatismo en las figuras; no te crees en suma que ni el Capitán, ni Sigrid, ni nadie, esté luchando fieramente contra sus oponentes, sino más bien enseñando las espadas... Por otra parte, el uso abusivo de viñetas grandes hace un flaco favor a los personajes que encierran, sobre todo si los fondos en las mismas son inexistentes. De esta forma, añadiendo además al dibujo un color abrumadoramente chillón y poco adecuado, parece que, en lugar de Trueno, estemos leyendo un cuento infantil, la especialidad al parecer del señor Ferrándiz, amén de dibujar tías en bolas, como ya demostró en su álbum “Casanova”.

Sí, señor Ferrándiz, dedíquese a eso último y deje al Capitán Trueno en paz; no nos hace falta que nos siga exhibiendo a los lectores que amamos este personaje nuevas dosis de su egolatría, como ya hizo con la colaboración de Boix y ahora en solitario, obstinándose en entrar –inútilmente, he de añadir- en el olimpo de autores de nuestro héroe como sea, porque ni siquiera es capaz de transmitir, en un momento que se supone tan especial como puede ser la boda entre Trueno y Sigrid la más mínima chispa de emoción, además de anular todo el detallismo que esto requiere (un pobrísimo pin-up con un aun más pobrísimo diálogo)... Su carencia de talento no se soluciona introduciendo personajes clásicos al final de la historia para granjearse la simpatía del lector más avezado, señor Ferrándiz, sino más bien todo lo contrario: lo que provoca es una indignación de este aún mayor.

Después de la fatal impresión causada por la mediocre película, aderezada encima con la lectura de este patético tebeo, a uno sólo le queda suponer que, en lugar de levantar y actualizar la leyenda como sólo esta debe merecerse, el objetivo de productores, autores, editorial y demás caterva de irresponsables sólo es uno: hundir de modo definitivo el personaje... Quizás sea lo mejor, porque para seguir soportando nulidades que juegan con nuestros sentimientos y nuestras ilusiones, es preferible enterrar de una vez y por todas al Capitán Trueno.

6 comentarios:

Luis Antonio dijo...

He leído palabra por palabra de esta crítica atentamente. Alucino.

Desde mi ignorancia...

¿Quién corrige los tebeos?

¿Nadie?

¿¿¿NADIE???

¿Pero esto qué es?

Entonces, llega un tío, escribe, dibuja, ¿y nadie desde la editorial le dice, por ejemplo (es un ejemplooooooooo) que Goliath no se escribe Goliaht?

Lo del Batracio verde es para echarse a llorar...

Sí yo ya lo decía a los periodistas de la rueda de prensa cuando presentamos "La Hermandad" en Barcelona, pero debió caer en saco roto: JAMÁS TAURUS DIRÁ UN CAHUEN LA PUTA, siempre dirá:

¡POR LAS BARBAS DE SENAQUERIB!

Me hierve la sangre...

Oscar J. dijo...

Este hombre debe tener un enchufe ENOOOOOOOORME en Ediciones B, si no no se explica.
Lo que me jode es que se ha cargado 2 capítulos CLAVES en el mundo de Trueno: su boda y su muerte, ahí es nada.
Yo personalmente me tomo estos 2 álbumes como un FANFICTION, y punto. Los tengo en mi biblioteca, pero no pasan de ser "una curiosidad". Creo que es lo + sano para mi cerebro.

Manuel C. dijo...

Esto, Luis Antonio, es una auténtica mierda, así de claro.

Pues sí, Óscar, yo no sé qué diablos ha hecho este autor para gozar del privilegio (y desgracia para nosotros) de manipular de esa manera a Trueno... Confío en que el fracaso de este álbum haga abrir de una vez los ojos a algún responsable de la editorial y tome una decisión radical al respecto: o un nuevo enfoque o el enterramiento definitivo del personaje, porque, para lo que están haciendo con él, lo mejor es que lo maten editorialmente de una puñetera vez.

Capitán Lugo dijo...

Hola! Estoy totalmente de acuerdo con lo que se comenta en este blog, que acabo de descubrir, muy bueno, por cierto. Me gustaría recomendar una entrada en el mío que también habla de lo mismo: http://capitanlugo.blogspot.com.es/2012/04/donde-esta-el-capitan-trueno.html

Enhorabuena por tu labor, un saludo!

tio pita dijo...

Yo me acabo de leer "Atlantida" y no me convence en muchos sentidos. Sería un cómic de aprobado si el autor conociese más y respetase más la figura y los principios morales del Capitán Trueno.

Una cosa que me gusta es que no se abusa de la sangre ni del erotismo(de esto último no hay),que para eso ya tenemos otros cómics, pero no me gusta que algunas escenas de acción se resuelvan en tan pocas viñetas, especialmente cuando la lucha es contra muchos
enemigos.Parece que con pasar la "varita mágica" de una espada caen todos los malos a la vez y el Capitán puede atravesar una barrera
de 30 trogloditas rápidamente para llegar a Sigrid. Es cierto que el capitán puede con muchos enemigos a la vez, pero no es creible, y
no cuesta tanto inventar una liana o un salto prodigioso aprovechando un murete para llegar a ella.

Otra cosa que me gusta es que el capitán pueda abrazar con naturalidad a Sigrid, pero me choca el igualitarismo con el que le dice, mientras están explorando una isla y se sienten vigilados, "saca la espada, están cerca". La igualdad está muy bien, pero la
caballerosidad del Capitán Trueno supera todo esto y es más acorde a su época (para mí es intemporal). Si queremos ser modernos, podemos hacer que le diga lo mismo para, a continuación, pedirle que "se ponga a su espalda".Cualquiera de nosotros lo haría por su mujer.

Por otro lado, el parecido de los personajes con los de la obra clásica es muy limitado en algunos personajes. En el caso de Sigrid,
ésta deja de tener su tradicional toque 'Sharon Stone' para tenerlo todo de 'Anna Kournikova'; o Crispín, que parece su hijo; o el
propio Capitán, que parece el hermano menor de sí mismo y con el que se da un gran aire de familia. Además, casi todos los paisajes y
los fondos que acompañan a nuestros amigos son muy planos y simplones, sin misterio ni gran profundidad. También hay frases que
"sobran" porque son más propias de la boca de los malos, como por ejemplo, el "vete al infierno" del Capi mientras combate a un
enemigo, aunque reconozco que esto último es discutible porque humaniza al personaje (¿hasta qué punto queremos que sea perfecto y sin perder los papeles?).

Y por fin, lo más sangrante a mi criterio: un capitan Trueno que diera un espadazo a un enemigo y lo dejase caer en el mar, a continuación comprobaría si está muerto para ayudarle, en vez de dejarlo boca abajo en el agua, y esto no sucede. También me impacta
que el atlante entregue a Crispín una "granadas de mano" y éste las lance en medio de los trogloditas una y otra vez causándoles bajas
como si de un juego se tratase, cuando lo suyo sería usarlas nada más que lo necesario y,y esto es interferir en el guión, dar una oportunidad a que el miedo al explosivo surta efecto desde el principio, para tratar de entrada de no matar a nadie.

Por último añadir que ningún personaje me ha tocado el corazón. No he sentido afecto por el atlante(como el que sentí por aquel "mago"
del pantano que vivía con un buitre,con el que conecté por su humanidad), ni tampoco los malos me han transmitido su maldad y codicia (¿quién no se acuerda del "Zar Negro o del "Pulpo", tan humanos en sus defectos y en su forma de expresarlos?). Los personajes de Atlantis que han aparecido, los buenos, los malos, el mago morgano o el Rey Arturo, han sido como la presentación de los personajes de un nuevo juego para PC. Nada me ha quedado que me parezca entrañable ni para regodearme en el recuerdo.

tio pita dijo...

Me acabo de leer "El Último Combate". No quiero reescribir lo que ya se ha descrito arriba en el artículo, pero la historia es MALA de narices y con un desarrollo a trompicones y sin sentido. Sólo faltaba la aparición del alienígena de aquel tebeo que quedó sin terminar... Aparte de esto, se nota demasiado que el autor NO CONOCE A LOS PERSONAJES. La obra no vale nada.

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